Los pies son la base de sustentación del cuerpo y también el reflejo de nuestra forma de vivir. Los pies hablan por sí mismos. Recordemos algo de su anatomía: los huesos del pie están ordenados en forma abovedada para darle fuerza y elasticidad al pie y facilitar así el movimiento. Se divide al pie en tres regiones: una posterior o retropie o tarso posterior, formada por dos huesos grandes y superpuestos uno encima del otro, denominados calcáneo y astrágalo -este último se articula con la tibia y peroné por arriba y con el calcáneo y el escafoides por abajo y se orienta hacia delante y hacia adentro-.
El calcáneo ( talón) se apoya en el suelo solo por su parte posterior y se articula con el astrágalo y el cuboides, orientándose hacia delante y hacia afuera. Ambos, calcáneo y astrágalo, conforman la articulación del tobillo. Una región anterior o antepie formada por un conjunto de huesos delgados colocados en posición radiada denominados metatarsianos y prolongados por falanges que se enumeran de adentro hacia fuera del 1 al 5. Por ultimo, entre ambas regiones se encuentra una zona intermedia formada por cinco huesos pequeños que forman el mediopie o tarso anterior que se denominan escafoides, cuboides y tres cuñas. ésta es una zona de unión y de torsión entre las dos zonas anteriores, que permite la adaptación del pie al suelo.
La conformación abovedada del pie determina la formación de tres arcos: dos arcos longitudinales: uno interno y otro externo, que se unen en su parte posterior y divergen en la anterior, quedando formado entre ambos el tercer arco o arco metatarsiano, que es transversal.
El arco interno queda así formado por el calcáneo, astrágalo, escafoides, 1° cuña y 1° metatarsiano. Tiene su punto mas alto en el escafoides y sus puntos extremos en el calcáneo y cabeza del 1° metatarsiano.
El arco externo es mas bajo que el anterior, su punto mas alto es la articulación calcáneo cuboidea y esta formado por el cuboides, el calcáneo y los dos últimos metatarsianos.
Observando entonces esta constitución vemos que toda la zona externa del pie depende del calcáneo prolongado por los dos últimos metatarsianos y tiene por función la recepción de la fuerza de gravedad. En cambio la zona interna del pie es consecuencia del astrágalo prolongado por los tres primeros metatarsianos y es responsable de la propulsión o marcha.
El arco anterior se ubica transversalmente y esta formado por las cabezas del 1° al 5° metatarsianos.
Cuando el pie no apoya en el piso, o sea cuando no actúa la fuerza de gravedad, sólo apoyan en el suelo las cabezas del 1° y el 5° metatarsiano; pero cuando recibe la carga del peso corporal todas las cabezas apoyan.
El peso corporal se trasmite desde las tibias hasta los astrágalos de cada pie y luego se distribuye hacia atrás al calcáneo en un 60% y hacia delante por las líneas de los arcos longitudinales en un 40%. El peso del cuerpo entonces es distribuido a través de los astrágalos sobre los puntos de apoyo de los arcos longitudinales (calcáneo y cabezas metatarsianas)
La forma abovedada del pie se conserva a pesar del peso corporal que soporta gracias al equilibrio de los huesos, ligamentos y músculos que la conforman, y es por ello que resulta imprescindible la buena correspondencia de todos estos elementos. Si alguno de ellos se altera en su constitución anatómica o funcional (desalineamientos) este equilibrio se rompe y se pierde el abovedamiento normal.
En la estación de pie, la correcta disposición ósea y la integridad ligamentaria son los principales factores del equilibrio, mientras que durante la marcha, el factor principal para mantener los arcos bien conformados es la acción muscular.
El desequilibrio entre el peso que soporta el pie y la acción contraria músculo ligamentaria se puede producir por diferentes factores como la obesidad, debilidad muscular luego de largas marchas o por profesión (mozos, policías, carteros, etc.) apareciendo el borramiento de los arcos o pie plano. La posición intermedia y alineada del pie entre la pronación y supinación ( eversión-inversión) se debe al equilibrio que existe entre los músculos pronadores (peroneos y extensor común de los dedos) y los supinadores (tibial anterior y posterior). El valguismo del pie es otro defecto común: consiste en una postura del pie fijo en pronación y se debe a una preponderancia o contractura de los músculos pronadores que llevan a la rotación del calcáneo hacia adentro y abajo por lo que su cabeza se acerca al suelo y hace procidencia sobre el borde interno del pie.
Otra causa de perdida del arco es la adolescencia, por un crecimiento corporal muy marcado y una desadaptacion de los elementos musculoligamentarios que todavía no están suficientemente desarrollados, más aun si el niño no practica ejercicios físicos, debiéndose recomendarlos para acompañar al crecimiento de un correcto desarrollo muscular.
Por ultimo, vamos a agregar que de resultas de la acción conjunta de los músculos peroneo lateral largo junto al tibial posterior, gracias al entrecruzamiento de tendones que pasan por el mediopie se asegura el sostenimiento activo de las bóvedas del pie, asegurándose así que el pie no se ensanche ni se distorsione.
Los pies son la base terminal de 6 meridianos: el Hígado y el Bazo páncreas que comienzan en el dedo gordo y suben por el borde interno (tibial) de la pierna.
Por el segundo dedo corre el meridiano del estomago y asciende por el borde anterior externo de la pierna. El cuarto dedo se corresponde con el meridiano de la vesícula biliar y se dirige hacia arriba por el costado de la pierna. Como vemos, los órganos digestivos tienen relación directa con el estado de los pies y piernas ya que su función dependerá del correcto pasaje de energías por el sistema de meridianos que se ubican en esta región. Algunas deformaciones de los dedos del pie se deben a distorsiones o desbalances en los huesos de los miembros inferiores, que provocan mala distribución del peso y sobrecarga de función de algunos meridianos y sus órganos. Como ejemplo vamos a citar el halux valgus (juanete) que indica un Bazo Páncreas agotado por los intentos de eliminar los excesos de desechos y energía acumulada (excesos de dulces), lo que produce hinchazón en la zona del dedo gordo con inflamación.
La inflamación en 2° dedo implica un estomago sobrecargado con energía toxica atrapada en su meridiano. El 2° dedo más largo significa un estomago potente y tendencia a comer en exceso y obesidad.
Un dedo montado sobre otro significa que el órgano del dedo que se monta es mas fuerte. Cuando los dedos se arquean hacia arriba la persona tiene tendencia a alterarse con facilidad. Si en cambio los dedos se arquean hacia abajo (pie en martillo) la persona es muy tensa y nerviosa.
Si los pies tienden a colocarse con los dedos gordos hacia adentro, las caderas están apretadas con lo que se tensan los meridianos del Hígado, Bazo Y Riñón.
Por ultimo los meridianos de la Vejiga y el Riñón también llegan hasta el pie. La vejiga circula por el lado externo del pie y termina en el dedo pequeño. El meridiano de Riñón comienza en el centro de la planta del pie. Si esta zona esta bien desarrollada, mullida y caliente la persona goza de buena salud, ya que los riñones son la fuente de energía primordial para el cuerpo y el espíritu.
En cuanto a las zonas reflejas de los pies, sólo vamos a mencionar que la cabeza y cuello se reflejan en los dedos (falanges), el tórax en el metatarso y el abdomen y pelvis en los huesos del tarso. De la correcta alineación de sus huesos resultara entonces la buena función de los órganos contenidos en estas regiones.
¿Cómo podemos contribuir con el masaje Zen-Shiatsu a mejorar nuestros pies y con ello la salud de todo el cuerpo?
Se realizan presiones a lo largo de los dos arcos longitudinales interno y externo conformando así dos líneas, una por el borde externo y otra por el borde interno, más una tercera línea equidistante entre las dos anteriores. Se harán dos o tres pasajes por estas líneas con presiones sostenidas durante tres a cinco segundos cada una. Se presionarán los siguientes puntos durante cinco a veinte segundos cada uno:
RIÑÓN 1: en la depresión del metatarso, en la planta del pie durante la flexión plantar del pie, en la unión del tercio anterior con el tercio medio.
HÍGADO 2: en el dorso del pie donde se separan el el 1° y 2° dedos.HÍGADO 3: en el dorso del pie en la depresión distal 1 cun del punto HÍGADO 2, entre el 1° y 2° metatarsiano.
VESÍCULA BILIAR 41: en la depresión distal a la unión del 4° y 5° hueso metatarsiano lateral al tendón del extensor común de los dedos.
VEJIGA 60: en la depresión entre el maléolo externo y el tendón de Aquiles
RIÑÓN 3: en la depresión entre el maléolo interno y el tendón de Aquiles
RIÑÓN 6: un cun por debajo del maléolo interno
VEJIGA 62: en la depresión directamente por debajo del maléolo externo
(CUN: medida de la falange media del dedo medio)
Luego se presionará como pellizcando entre el pulgar y el índice todo el tendón de Aquiles.
Se tomarán cada uno de los dedos de los pies y se presionarán con el pulgar e índice los costados de cada dedo y su cara superior e inferior en sentido proximal hacia distal, tirando simultánea y ligeramente del dedo hacia fuera, como si enroscáramos y desenroscáramos cada dedo.
Y por último, algunos ejercicios que nos ayudarán a mantener sanos y fuertes nuestros pies:
- pararse en puntas de pie
- tomar algún objeto desde el suelo con los pies
- intentar abrir en abanico todos los dedos incluido el pulgar
- golpetear con el puño de la mano sobre toda la planta
- entrelazar los dedos de la mano con cada uno de los dedos del pie
- masajear con una pelota de tenis la planta del pie apoyándose firmemente en ella y dibujar círculos
Dra. Alejandra Maratea